¿Por qué? ¿Por cuánto?

Leganés tiene estas cosas. En pleno estado de alarma donde lo prioritario es la emergencia sanitaria, salvar vidas, ayudar a los más necesitados y prepararnos para lo que viene… el Gobierno local entiende que no es mal momento para seguir avanzando en el asunto del ladrillo.
Así que va el alcalde de Leganés, el socialista Santiago Llorente, y propone incluir en el orden del día del primer Pleno telemático en la historia de la democracia leganense el siguiente punto: “EXPEDIENTE DE MODIFICACIÓN PRESUPUESTARIA 14/2020 POR GENERACIÓN DE CRÉDITO, MODIFICACIÓN DEL ANEXO DE INVERSIONES Y DECLARACIÓN DE INTERÉS SOCIAL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA”.
Es un secreto a voces en el entorno de La Roca que, de un modo u otro, el regidor tiene en la carpeta azul la revisión del Plan General, y que la mercantil Delfos Proyectos S.L., -que ya elaboró un proyecto de revisión en el año 2007- estaría a punto de entrar en juego. De ahí a meterlo con calzador en un Pleno de emergencia, media un abismo.
Todo ello, sin hablar del montante económico que la revisión y redacción del nuevo Plan supondría. Hace doce años, todo se apañaba con unos 330.000 euros, ahora parece que se nos va al medio millón.
Sin hablar de la intentona allá por el mes de septiembre de 2018. En esa ocasión lo colaron en el Consejo de Administración de EMSULE, y el presupuesto se quedaba en 54.000 euros. En esa ocasión, el asunto lo "paró" Leganemos, por entonces en la oposición. ¡Qué cosas tiene la política!.
Ya ven que aquí lo que sobra es el dinero. Pero hombre, ahora no toca.
Por eso, uno tiene la sensación de que el objetivo de este dislate político no es otro que hacerlo saltar por los aires… y meter otro problema en el cajón. Si sale adelante bien, pero si no es posible, no será culpa mía. Una cosa menos.
Este Pleno trampa servirá para que la empresa pública de comunicación (Lgmedios) –actualmente sin capacidad financiera para pagar las nóminas de sus trabajadores- reciba una inyección económica que debiera tener en la cuenta bancaria desde hace meses. No hacer los deberes a tiempo tiene estas cosas.
¡Ah!, El Ayuntamiento de Leganés posee otro ente público, la Empresa municipal del Suelo y la Vivienda, compañía que merece estudio aparte: cero iniciativas sociales en estado de emergencia social, nulas inversiones. EMSULE tampoco toca ahora, pero ya les avanzo que las cuentas de 2019 apuntan una vez más a sus cargos directivos.
La ocurrencia plenaria nos evita hablar de una gestión municipal sonrojante, que 35 días después de la declaración del estado de alarma ha sido incapaz de promover una propuesta real de apoyo desde la administración local para los centenares de pymes y autónomos de la ciudad, que serán los grandes damnificados de la feroz crisis económica que nos acecha.
El pequeño comercio agoniza y ya vamos tarde, como casi siempre.
Eso sí, todo lo que tiene que ver con los medios de comunicación, provoca en la clase política pepinera un resorte vital capaz de despertar del letargo político a los ediles más gandules de la Corporación.
Vincular una partida presupuestaria destinada a publicidad institucional con el dolor de los centenares de vecinos y familias de la ciudad que están padeciendo esta severa crisis, es muy ruin. En Leganés, la mezquindad política viste de color naranja y sirve de muleta al Gobierno socialista.
Por si no lo han leído, el Real Decreto 463/2020 de fecha 14 de marzo, por el que se declara el Estado de Alarma establece en su Artículo 19 que "los medios de comunicación social de titularidad pública y privada quedan obligados a la inserción de mensajes, anuncios y comunicaciones que las autoridades competentes delegadas, así como las administraciones autonómicas y locales, consideren necesario emitir".
Y es que, mientras quieren dar lecciones de honestidad en redes, intentando señalar a la prensa crítica con su servil estrategia, sus tres concejales calientan el brazo para dar el apoyo a este PSOE que prioriza el ladrillo durante un estado de emergencia. ¿Por qué? ¿Por cuánto?...
Así que va el alcalde de Leganés, el socialista Santiago Llorente, y propone incluir en el orden del día del primer Pleno telemático en la historia de la democracia leganense el siguiente punto: “EXPEDIENTE DE MODIFICACIÓN PRESUPUESTARIA 14/2020 POR GENERACIÓN DE CRÉDITO, MODIFICACIÓN DEL ANEXO DE INVERSIONES Y DECLARACIÓN DE INTERÉS SOCIAL PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA”.
Es un secreto a voces en el entorno de La Roca que, de un modo u otro, el regidor tiene en la carpeta azul la revisión del Plan General, y que la mercantil Delfos Proyectos S.L., -que ya elaboró un proyecto de revisión en el año 2007- estaría a punto de entrar en juego. De ahí a meterlo con calzador en un Pleno de emergencia, media un abismo.
Todo ello, sin hablar del montante económico que la revisión y redacción del nuevo Plan supondría. Hace doce años, todo se apañaba con unos 330.000 euros, ahora parece que se nos va al medio millón.
Sin hablar de la intentona allá por el mes de septiembre de 2018. En esa ocasión lo colaron en el Consejo de Administración de EMSULE, y el presupuesto se quedaba en 54.000 euros. En esa ocasión, el asunto lo "paró" Leganemos, por entonces en la oposición. ¡Qué cosas tiene la política!.
Ya ven que aquí lo que sobra es el dinero. Pero hombre, ahora no toca.
Por eso, uno tiene la sensación de que el objetivo de este dislate político no es otro que hacerlo saltar por los aires… y meter otro problema en el cajón. Si sale adelante bien, pero si no es posible, no será culpa mía. Una cosa menos.
Este Pleno trampa servirá para que la empresa pública de comunicación (Lgmedios) –actualmente sin capacidad financiera para pagar las nóminas de sus trabajadores- reciba una inyección económica que debiera tener en la cuenta bancaria desde hace meses. No hacer los deberes a tiempo tiene estas cosas.
¡Ah!, El Ayuntamiento de Leganés posee otro ente público, la Empresa municipal del Suelo y la Vivienda, compañía que merece estudio aparte: cero iniciativas sociales en estado de emergencia social, nulas inversiones. EMSULE tampoco toca ahora, pero ya les avanzo que las cuentas de 2019 apuntan una vez más a sus cargos directivos.
La ocurrencia plenaria nos evita hablar de una gestión municipal sonrojante, que 35 días después de la declaración del estado de alarma ha sido incapaz de promover una propuesta real de apoyo desde la administración local para los centenares de pymes y autónomos de la ciudad, que serán los grandes damnificados de la feroz crisis económica que nos acecha.
El pequeño comercio agoniza y ya vamos tarde, como casi siempre.
Eso sí, todo lo que tiene que ver con los medios de comunicación, provoca en la clase política pepinera un resorte vital capaz de despertar del letargo político a los ediles más gandules de la Corporación.
Vincular una partida presupuestaria destinada a publicidad institucional con el dolor de los centenares de vecinos y familias de la ciudad que están padeciendo esta severa crisis, es muy ruin. En Leganés, la mezquindad política viste de color naranja y sirve de muleta al Gobierno socialista.
Por si no lo han leído, el Real Decreto 463/2020 de fecha 14 de marzo, por el que se declara el Estado de Alarma establece en su Artículo 19 que "los medios de comunicación social de titularidad pública y privada quedan obligados a la inserción de mensajes, anuncios y comunicaciones que las autoridades competentes delegadas, así como las administraciones autonómicas y locales, consideren necesario emitir".
Y es que, mientras quieren dar lecciones de honestidad en redes, intentando señalar a la prensa crítica con su servil estrategia, sus tres concejales calientan el brazo para dar el apoyo a este PSOE que prioriza el ladrillo durante un estado de emergencia. ¿Por qué? ¿Por cuánto?...